EMBALSAMADO EN EL MICRÓFONO

 - Que el deporte ha sido siempre mi gran pasión queda fuera de toda duda, bien lo saben los que me conocen de cerca. Recuerdo aquellos años de mi infancia en los que me ponía a jugar a fútbol con una pelota de "Super Mario" en el salón de mi casa mientras me narraba a mi mismo las jugadas que iba haciendo.
    La paciencia de mis padres y mi hermana llegaba hasta límites insospechados mientras yo metía goles imaginarios en los huecos de las sillas que bien me cedían mis padres para entrometerme en mi mundo de fantasía. Sin duda, era un tarado, un tarado con ansias de narración deportiva.

   Esa pasión no cesaba, y años más tarde, ya en el instituto, aprovechaba cualquier momento para intentar hablar por la radio local ( larga vida a radio Zújar...) ¡si algún día pudiera hacer esto todos los días de mi vida!, me preguntaba.
   El jueves hará un año desde que me embarque en mi gran sueño. Dejé mi añorado y querido pueblo para venirme a Madrid, en busca de ese deseo tan anhelado de la infancia. No se si algún día tendré la suerte de poder hacer del periodismo deportivo mi forma de ganarme la vida, lo que si es seguro a fecha de hoy , es que estoy teniendo la oportunidad de hacer lo que hacía de pequeño. Contar goles, entrenamientos de equipos, hablar con jugadores, presidentes....Solo hay una diferencia con respecto a la infancia, que esto no es imaginario, es real, muy real. Cuando la situación personal  (al igual que la mayoría de los que tuvimos la suerte o la desgracia de caer en esta generación con futuro tan incierto...) es de incertidumbre y dudas, la radio me está ayudando a sobrellevarla de manera mucho mas sana, porque eso es lo que hice siempre, desde pequeñito, esa era mi pasión, una pasión que, pase lo que pase en este futuro tenebroso, siempre estará ahí.