lunes, 27 de enero de 2014

Resaca de los domingos

- Cómo cada Lunes, millones de pensamientos y reflexiones ocupan mi mente en busca de cómos y porqués a todo lo que ha pasado en el fin de semana deportivo, y es que este ha venido plagado de momento difíciles de olvidar para un "frikie" en potencia cómo es un servidor.
Tras ver cómo Rafa Nadal sucumbía en Australia - Wawrinka y la espalda demasiada losa-, los "hispanos" conseguían la medalla de bronce, el Rayo Vallecano regalaba de nuevo goles, y "mi" C.D. Castuera empataba en la siempre difícil visita a Coria, había argumentos suficientes cómo para escribir, empecemos por lo molesto.

De las lágrimas de Nadal al drama de Vallecas
Las lágrimas de Rafa Nadal son las de un país, y es que el manacorí se ha ganado por derecho propio el ser etiquetado cómo mejor deportista español de todos los tiempos - enhorabuena a ese 1% de la población que desea en cada cita que Nadal se la pegue- , por eso, cada derrota de Nadal la sentimos cómo derrota nuestra. El sentimiento de identificación es mayúsculo, sentimiento fraguado en esos valores que todos admiramos pero que sólo aquellos con mentalidad de hierro son capaces de poner a su servicio. Por todo eso, la mañana de ayer fue un poco más triste si cabe para un país que aprendió hace bastante tiempo a vivir en ese estado de ánimo, ese que no ayudó en cambiarme el Rayo Vallecano.
La situación en el conjunto franjirojo adquiere tintes de dramática. Concesiones impropias de un equipo de 1ª división se dan cita en Vallecas cada fin de semana, y es que buena parte de los goles recibidos por el Rayo esta temporada tienen un punto de partida basado en sus propios errores.
Atizar y vertir críticas desproporcionadas es el deporte rey del aficionado al once contra once.
Milagro, ese término tan impropio cómo irreal para definir algunas situaciones, es uno de los más apróximados para definir lo que es el Rayo Vallecano a día de hoy, un equipo de 1ª división con opciones de salvar la categoría. Al fin y al cabo, es obligatorio recordar que el presupuesto del Rayo es el más bajo de 1ª división y sería el 9º o 10º más elevado en segunda.

Un bronce con sabor a oro. Victoria de un punto en la isla de Coria.
Me emocionaba viendo las imágenes los jugadores de nuestra selección española de balonmano celebrando la medalla de bronce obtenida en los europeos de Dinamarca. Me emocionaban sus gestos, la forma de festejarlo, conscientes de la dureza y dificultad de llegar al metal. Estar en la lucha final por la gloria es un éxito absoluto, y la selección de Manolo Cadenas volvió a hacerlo. El tiempo valorará cómo es debido a esta magnífica generación
, cómo valorará también lo que está haciendo el equipo de fútbol de Castuera por su localidad.
El empate de ayer en Coria tiene un enorme aroma a salvación. Inesperado e imprevisto ante la envergadura del rival, pero este equipo es exponente máximo de que la pasión y el corazón derriban barreras. Esta es, sin duda, la mejor manera de suplir la falta de recuros con las que se partía de base. Espera en el horizonte el Pueblonuevo, partido vital, uno más para este grupo de personas que se han encargado de contagiar a un pueblo de su positivismo y energía.






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