La temporada termina para el C.D. Castuera y el conjunto liderado por Antonio Riballo "Tato" ha conseguido con creces el objetivo marcado desde un principio, y ese no era otro que mantener la categoría en el Grupo XIV de la tercera división. Pero no quiero perderme en resultados y estadísticas y si en el legado que está dejando nuestro club a lo largo de todo este tiempo.Comentaba al principio el término "bastantidad" para definir a aquellos que tienen la capacidad de disfrutar con poco. Sin duda, el Castuera hace bandera de este modo de ver el fútbol y la vida.
Es simplemente "acojonante" lo que se ha vivido este año en "Stamford Ruiz". Personas que no pisaban un campo de fútbol desde su época de pre-benjamín, una media de 700 espectadores cada fin de semana para ver a los blancos, ¡¡700...!!, en una localidad de 6.500 habitantes, impresionante. Y sobre todo, y más importante, esa capacidad de hacer creer a todos esos que se dan cita cada fin de semana que ellos son partícipes de cada gol, de cada fuera de juego, de cada instrucción de "Tato" desde el banquillo, cada uno aportando su granito de arena. Mientras unos preparan la plancha para la panceta, otros se dejan la garganta desde la banda para guiar a "su" Castuera hacía la victoria.
Aquí los héroes no se pierden en anuncios de famosas marcas deportivas, ni lucen en sus camisetas un sponsor de aerolíneas con sede en Dubai. Aquí los protagonistas viven "por encima de tu casa". Aquí los protagonistas pueden acabar el partido y irse tranquilamente a tomar una caña contigo. Cada victoria es una fiesta, porque ganar no está establecido cómo una obligación.Al día siguiente, con el frenesí de la victoria todavía parpadeando, los héroes son parados en la calle por los vecinos, contando las horas los minutos y los segundos para que llegué el próximo fin de semana y vuelva a rodar la redonda.
En los bares, a lo largo de la semana, se comenta el gol de Ismael, la galopada de Antonio por la banda, los cambios de "Tato". Cada cerveza es un excusa más para desmenuzar todo lo que pasó en el partido.
Porque sí, no hay nada a lo que pueda llegar ser aficionado de un equipo de pueblo. Ese equipo en el que soñabas desde pequeño con poder defenderlo siempre.
Son tiempos de caviar, de ver a nuestro equipo por los mejores campos de la tercera extremeña, pero no nos engañemos, aquí nuestra dieta es el chopped, porque es ahí donde radica la grandeza. En esa capacidad de hacer lo pequeño grande, en esa capacidad de hacer una aventura de lo más sencillo. En líneas generales, hacer de lo sencillo un goce.
Simplemente espectacular.
ResponderEliminarEnhorabuena