Cuatro comparecencias, tan solo cuatro comparecencias han
sido suficientes para demostrar que Fernando
Torres no está de vuelta sólo por el hecho de ser quién fue. La realidad va
mucho más allá, y de momento, todos aquellos que anhelaban el regreso para
mofarse del mito en forma de fracaso, han de esperar su turno. Tan sólo de
momento. Puede ser que el tiempo les acabe dando la razón, pero hasta la fecha, el de Fuenlabrada no ha hecho más que dar
argumentos a los que confiaban en él, y sobre todo, cargar de razón a su actual entrenador, principal culpable de su
regreso.
Sería “casi” utópico pensar que Fernando Torres pueda volver
a ser ese jugador de antaño. El tiempo ha ido desgastando su figura y los treinta que aparecen en su D.N.I. no
son los dieciséis de aquel testarazo en Albacete. Dicho esto, pienso
humildemente que “El niño” tendrá una participación de suma
importancia en la báscula de éxitos y fracasos de “su” atleti.
El primer motivo que me lleva a pensar en esa importancia es
el entorno. Ningún recinto cómo el
Vicente Calderón y ninguna afición cómo la del Atlético de Madrid para volver a
recuperar la confianza pérdida. La tranquilidad de saber que tus fallos
serán perdonados y tus triunfos alcanzarán la magnitud de magnificados. Tan
sólo han pasado poco más de quince días desde su presentación. En ese momento,
pudieron escucharse comentarios desde
“los del atleti están taraos”, aludiendo al hecho de que acudieran 45.000
personas a su presentación, hasta el “vaya
gol que les han metido”, vaticinando el fracaso de su fichaje. Sinceramente,
pienso que, pase lo que pase en los próximos meses, el regreso de Fernando Torres a la ribera del manzanares nunca podrá
ser tildado de fracaso. Torres necesitaba al atleti y el atleti, antes o
después, iba a necesitar a Torres. Cuestión de un idilio que nunca llegó a
romperse pese a la dramática marcha que supuso , en su momento, la salida de
Fernando del club de sus amores. Hay una hecho en el cual el Atlético de Madrid
ha sabido desmarcarse de otros equipos, y ese es el guardar respeto hacía sus símbolos. Se comprobó recientemente en el
fallecimiento de Luís Aragonés.
También con Simeone -pese a que este
ha ayudado al ensalzamiento por su inmaculada trayectoria en el banquillo
rojiblanco- y se vuelve a demostrar ahora con el acalorado recibimiento
brindado a Torres.
La segunda razón que me lleva a pensar en el éxito de su
fichaje, es el Atlético de Madrid de hoy en día. Nada tiene que ver este equipo
con aquel que dejó Fernando Torres antes de su marcha a Liverpool. Las sonrojantes derrotas frente al eterno rival y la
mediocridad de ver inmerso al atleti en mitad de la tabla, contrastan
sobremanera con el bloque triunfador que
se aprecia en la actualidad. Un equipo donde sus protagonistas consiguen
dar el máximo nivel, e incluso algunos, duplicar el rendimiento que se les
podía intuir. Sin ir más lejos, está la prueba del pasado Jueves en el estadio Santiago Bernabéu, donde Torres fue
vital para el pase de los colchoneros a los cuartos de la Copa, más con el
aliciente de dejar fuera a ese dolor de muelas llamado Real Madrid. De defenestrado
en un club de mitad de la tabla de la Serie A italiana, a gozar de una
importancia capital en una eliminatoria de Copa del Rey frente al eterno rival.
Un conjunto que le exime de responsabilidad, ya que buena parte de sus éxitos
vienen consolidados por su buena predisposición en defensa. Recalar en un
equipo donde todos conocen su rol y que goza de unos años de inercia ganadora, puede
ser fundamental para que Fernando Torres también mame de esa inercia.
Cómo último y definitivo punto de ese posible resurgir de
Fernando Torres, está su entrenador. En
el momento en que Simeone pide a la dirección técnica del Atlético de Madrid el fichaje
del fuenlabreño, se empieza a intuir que se está tramando algo serio. Si
algo ha demostrado el argentino desde que llegó al banquillo rojiblanco, es
inteligencia. En estos casi tres años al frente del Atlético de Madrid, Simeone
se ha convertido en especialista a la hora de recuperar jugadores con alarmante falta de confianza.
Véase el caso de Godín o Raúl García, y en menor medida Tiago. Futbolistas que, remontándonos
en el tiempo, hubiera sido impensable creer que serían de suma trascendencia en
este equipo, pero más impensable aún hubiera sido que estos peloteros recuperados para la causa
fueran a dar al Atlético de Madrid una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de
España, una Europa League, y una final de la Liga de Campeones.
El tiempo acabará
dictando sentencia acerca del acierto o no del fichaje de Fernando Torres por
el Atlético. Aquí un humilde plumilla se atreve a vaticinar el éxito de la
operación…….pase lo que pase.

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