Remando bajo el anhelo de Unión Rayo

   Y volvieron los fines de semana de radio y deporte. Recuerdo con total nitidez aquel Pozuelo-Griñón, primer partido que me tocó contar en 'Madrid al Tanto'. Imposible de olvidar, aquella fue una de las mañanas más accidentadas que he vivido, los que me conocen saben porqué.
   De eso han pasado ya cuatro años, y en ellos han convivido periodos donde la ilusión se disparaba por las nubes con otros donde costaba -y cuesta- encontrar el atajo para salir del bache. A trompicones y con la incertidumbre como patrón diario de convivencia, pero era domingo y volvía a sonar la sintonía de 'Madrid al Tanto'. Agosto y Lorenzo aunaban fuerzas en su cierre mensual a la hora de dar la bienvenida al altavoz del fútbol modesto madrileño.
   Las sensaciones, las de siempre. 'Espero que el móvil hoy no falle', 'Jodido Google Maps, no me hagas hoy de las tuyas que no he estado aquí en mi vida', '¿Quedará algún fichaje del Adarve por anotar..?, ¿Y del Parla..?', 'Imposible que se me puedan volar los papeles, no corre viento ninguno'. Reflexiones y pensamientos varios antes de emprender rumbo a la ya clásica batalla de los domingos.
   La incertidumbre del 'antes' y los rebotes del 'después'. Si, rebotes. Muy pocas veces he salido satisfecho de una faena radiofónica, quizás ninguna. Mentalidad 'autodestructiva' en plena ebullición, pero es inevitable. Ojalá tuviera la capacidad de empequeñecer los errores y magnificar los aciertos, pero esto, a día de hoy, me resulta quimérico. Envidio a las personas que son capaces de actuar bajo ese 'modus operandi', aunque esa envidia no equivalga a un deseo flagrante de ser como ellos.
   El pasado domingo no fue uno más en el calendario, de hecho, ya hace tiempo que el último día de la semana dejó de pasar sin pena ni gloria. La sensación de alegría convivía con un vacío indetectable, ¿Qué narices te pasa ?. Pasaban los minutos,a la vez que no entendía a motivos ni razones por los que la incomodidad me martilleaba. Escuchaba 'Madrid al Tanto' mientras anotaba cada una de las incidencias que se sucedían en el Vicente del Bosque. En ese momento, dan paso a la voz de Javier Boned, preparado para contar desde la Ciudad Deportiva Fundación Rayo Vallecano el duelo que iba a disputar el filial franjirojo frente al recién ascendido Villaverde Boetticher.
  Si de algo me alegro en estos años, es de poder haber hecho las prácticas de fin de Máster en la radio autonómica madrileña. Me alegro porque gracias a ello he vivido momentos que uno jamás hubiera imaginado, pero por encima de todo, me alegro por el grado de calidad humana que he conocido dentro.Ahí estaba Boned, preparado para contar el Rayo B, y ahí fue cuando detecté que ese vacío matinal se llamaba Unión Rayo.
   No tomen estas líneas como las de aquel que no consigue pasar página. Unión Rayo dejó de ser la radio oficial del Rayo Vallecano hace unos meses, y eso es un capítulo archivado, lo que nunca queda en saco roto es aquello que se ha hecho con ilusión y alma, siempre con la firme convicción de su importancia, aunque luego llegue la vida y te de una bofetada. Reconozco que hasta el pasado domingo no tome constancia absoluta de la pérdida de Unión Rayo.

   Viví la agonía del cierre desde la distancia, algo de lo que uno, a la larga, se acaba arrepintiendo. Los capitanes Briz y Boned apuraban el último halo de esperanza, mientras servidor supervisaba los acontecimientos desde su retiro espiritual turronero. Tengo una predilección absoluta por 'mi' Castuera natal, pero la realidad que uno se ha construido estos años queda lejos de ella. Con el fin de evadirse de unos meses extenuantes, utilicé la comodidad que a uno le da su casa de toda la vida para afrontar las últimas semanas de Unión Rayo. Espero que esto no se coja con pinzas, esto no es ni mucho menos una crítica. Si de algo se siente uno orgulloso, son de sus raíces, además, que haría sin 'El Pelotazo'.
   La realidad se topó de bruces, con varios meses de retraso, sustituyendo el 'más vale tarde que nunca' por el acertado 'pronto que tarde'. Lo que no entiende a olvidos ni razones son aquellas personas que en el día de ayer se acordaron de nosotros. Es muy emocionante encontrarse a gente con la que no has hablado ni coincidido en tu vida y que te pregunten por Unión Rayo, tan emocionante como ver que personas de diferentes puntos de la geografía se alegran de que tengas todavía un medio en el que poder seguir disfrutando de tu gran pasión.
   Comenzamos nueva etapa, y con ella, muchos retos e ilusiones que perseguir. Si habeís llegado hasta aquí, es que sois tipos de leyenda.