lunes, 16 de enero de 2017

'Zizou' no pecó

   Perdió el Real Madrid y el mundo se paró a analizar las causas de ese supuesto 'naufragio'. Hablo de supuesto si, ya que perder en el Sanchez Pizjuán, hoy por hoy, queda alejado del catastrofismo imperante al que más de uno trata de llegar para etiquetar la derrota madridista.
   Como es menester en el fútbol, -y también en la vida- , todo queda supeditado al resultado final. Nunca me gustó valorar en función de una consecuencia, sobre todo cuando se trata de deporte, en el que influyen infinidad de factores y circunstancias que terminan de desnivelar la balanza.
   Pero vayamos a lo sucedido la noche del pasado domingo en Sevilla. Zidane sorprendió sacando tres centrales de inicio. ¿Sorpresa o experimento?. El más sabio es aquel que huye del inmovilismo en épocas de pompitas de jabón. Aquel que busca reinventarse a través de la inercia positiva tendrá más alternativas de salir ileso para cuando vengan mal dadas. Dicho esto, si Zidane hubiera salido victorioso ayer de Nervión, tampoco hubiera hecho méritos para lucir la condecoración del gran entrenador innovador del Siglo XXI. Al fin y al cabo, ¿Que tiene de nuevo para el fútbol salir con tres centrales?. Vuelvo a reiterar, me gustó la idea de 'sorpresa' que busco 'Zizou', pero aún habiendo ganado, el fútbol no hubiera dado un paso al frente de cara a su reinvención.
   No me gusta la vagueza opinativa del aficionado. Tildar de error un planteamiento que, hasta el minuto 84 de partido, había seguido un guion perfecto, me parece una opinión carente de fondo.Un gol en propia puerta, eso fue lo que cambio los análisis y opiniones de miles de catedráticos balompédicos. Porque, probablemente, si Sergio Ramos no llega a cabecear contra su propia portería, el Sevilla no hubiera tenido ese arreón de alma descorazonadora que le acompañó hasta el pitido final, con consecuencias nefastas para el Madrid como bien todos saben,
   Pero remontémonos meses atrás. El Real Madrid va perdiendo 1-0 en el Camp Nou y Zidane saca del campo a Isco para meter a Casemiro. El técnico busca recuperar el equilibrio en el centro del campo, pese a que la sensación, desde fuera, era que el Real Madrid no lo tenía completamente perdido. Isco, sin hacer un partido de campanillas, estaba siendo parte activa en el juego blanco, pero su técnico decide prescindir en el tramo final de partido del talento del jugador de Arroyo de la Miel.
   El Barça da un paso al frente y el Madrid se empieza a romper. Casemiro, tras varias semanas de baja, está perdido en medio de la oleada blaugrana que vaticinaba la segunda diana. -en ese momento de partido, 1-0 para el Barcelona-. Cuando todo parece perdido, Sergio Ramos sacó la testa y el Real Madrid se vino de la Ciudad Condal con un punto.
  Sergio Ramos no solo sacó un punto del Camp Nou, si no que permitió que el paraguas de Zidane siguiera brillando ante la lluvia de críticas que iba a recibir de haber perdido. Así es el fútbol, tan imprevisible que no atiende a razones. Zidane erró en el Camp Nou y acertó en Sevilla, siendo el resultado final antítesis de los aciertos o errores del técnico.
   Porque por mucho que uno pueda ver, leer, opinar o debatir sobre este deporte, lo cierto es que, en el fondo, ninguno tenemos ni 'pajolera' idea.

 


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