- Bajo mi punto de vista, es la peor noticia que ha recibido el mundo del deporte en los últimos años. Lo que se había convertido en una caza de brujas, definitivamente alcanza su máxima expresión con el ciclista Lance Armstrong reconociendo su vinculación al mundo del dopaje, sinceramente, no hay derecho.
Muchos han sido los momentos pegado al televisor viendo las "hazañas" del corredor americano, muchas han sido las horas de sueño sacrificadas para ver cómo en plena subida al Galibier se descolgaba de los Ullrich, Beloki etc...rivales en la carrera, pero, al fin y al cabo socios a la hora de hacer trampas. Lo que más me sorprende de todo esto es la frialdad con la que Armstrong ha reconocido su vinculación al mundo del dopaje, cómo si lo hubiese hecho porque no le quedaba otra opción, ya que este era el único medio de poder mantenerse en la supuesta gloria en la que estuvo, y es aquí donde yo me pregunto. ¿ Gloria..?. ¿ Se sentía Armstrong glorificado siendo reconocido por todos, cuando, verdaderamente, el sabía que era un tramposo..?. Ha pasado de héroe a villano. De un ejemplo de humanidad tras vendernos el perfil de "como ser un vencedor tras salir de un cáncer" a un estafador de cantidades astronómicas que no merece que siga escribiendo ni una sola línea más acerca de su persona. Sin duda, Lance Armstrong es un hurtador, un hurtador de siestas en esas tardes de verano.

No hay comentarios:
Publicar un comentario