Si, euforia, coincidiendo esa llamada justo en el momento en el que un servidor acababa de batir un récord personal en esa locura llamada 'running'.
500 metros transcurrían desde el Puente Romano de Mérida hasta el domicilio donde, como era habitual cada Viernes, uno iba a echar 3 o 4 'trapos' a la maleta para,después,pasar unas horas de desinhibirse con su familia y amigos de toda la vida.
Pero ese Viernes no iba a ser un Viernes más, ese Viernes pasa a ser ya uno de los Viernes más negros en la vida de uno, el día en que se me comunicó que no continuaría en Canal Extremadura Radio.
Las emociones iban más rápido que los pensamientos, uno no era consciente ni de lo que hacía ni cómo lo hacía. Es más, tres días después de esto, (justo en el momento en el que uno está escribiendo estas líneas....), todavía no consigo recordar cómo fue el trayecto hasta la estación de tren. No recuerdo ni al taxitsa, ni la conversación ni nada de nada. Sólo sé que cogí un tren que me llevaba a Castuera y que ese trayecto desde Mérida hasta la localidad turronera fue un auténtico infierno.
Porque estos nueve meses en la radio pública extremeña han sido, sin duda, los más felices que ha vivido uno en sus treinta 'tacos'. No ha habido día en el que no haya dado las gracias por estar viviendo esto. Vivir de lo que te apasiona, meses donde uno le encontraba sentido a aquellos viajes de Unión Rayo, viajes donde llegabas de madrugada de Bilbao a Madrid para, media hora después, estar pegado a un teléfono para intentar vender un seguro de salud.
Todo lo aprendido estos años en Onda Madrid, esos domingos donde uno se levantaba con la misma pasión para hacer un partido de la tercera madrileña que para narrar un Real Madrid-Barcelona en el Palacio de los Deportes.Todo empezaba a tener sentido, es tan tremendamente placentero poder vivir esa sensación que, para describirla, probablemente serían necesarias otras tantas líneas de 'chapa' como esta.Me he sentido -y me siento por el hecho de haberlo vivido-, un auténtico privilegiado. Por eso, durante todo este tiempo, en aquellos días donde la pereza llamaba a tu puerta, siempre había una pequeña voz interior que te alertaba, "¿Cómo narices te atreves incluso a plantearte dar cabida a la pereza en tu vida?, Son tantas las personas que desearían tener esta oportunidad que, el hecho de plantearla me acababa crispando.
Cuando parecía imposible amar más una cosa, durante estos meses en Canal Extremadura Radio mi amor hacia la radio ha crecido más si cabe. He vivido cada Zona Mixta como si fuera el último, siempre intentado ponerle la misma pasión a un derbi extremeño en segunda división B que a un duelo de tercera división, y es que 'nos mola la tercera'.
Creo, honestamente, que como trabajador, Canal Extremadura puede tener poca o ninguna queja de mi comportamiento. Es más, siempre he evitado cualquier conflicto o polémica. Durante todos estos meses, jamás he pasado una factura de gasolina en aquellos desplazamientos entre pueblos de la geografía extremeña, siempre pensando en intentar hacer el menor ruido posible más allá de tu trabajo diario.
Durante los meses de Agosto-Septiembre, uno tuvo que estar al pie del cañón seis días en semana. Meses donde había que cumplir con el trabajo diario de Lunes a Viernes, y fines de semana donde había que echar un cable en Extremadura en Juego. Colaboraciones que se me pagarían a parte y que, sin embargo, luego me fueron sustituídas por días libres, días que jamás disfruté porque tenía el sentimiento de que había que estar, de que no podía fallar a mis compañeros de batalla. ¿Soy un 'pringao?, no, era un privilegiado.
Por último, quiero agradecer el trato diario recibido. A mis compañeros de deportes, que desde el principio me acogieron como uno más,a los compañeros de fin de semana,los cuáles ha sido un lujo poder hacer radio con ellos y espero volver a coincidir pronto (que difícil se le va a hacer a uno no estar con Pepe Cuevas en el Municipal Villanovense)
También a las personas con las que he tenido que convivir en el día a día en la redacción. El trato recibido ha sido casi inmejorable. Siento haber fallado en algún momento a personas que de verdad han dado la cara por mí, al igual que no guardo rencor a personas que podían haberse mojado más.
También quiero tener palabras de agradecimiento para los compañeros de la 'tele', los cuáles me unió un gran feeling desde el inicio, pero sobre todo, quiero tener palabras de especial agradecimiento hacía un pedazo de amigo como es David Briz. El que te ha espoleado en las malas, el que te ha templado en las buenas, tenerte cerca es caviar humano.
Todo llega, todo pasa, la vida sigue, y aquí estaremos para afrontar lo que vaya viniendo con ilusión y optimismo.
GRACIAS.












